El Ministro de Economía, Luis de Guindos, ha anunciado el Real Decreto Ley de Saneamiento del sector Financiero. Lo cual -presuntamente- significa que los directivos de las entidades que hayan recibido ayudas públicas "sólo" podrán percibir 600.000 €uros y los directivos de las entidades intervenidas - los pobres- sólo percibirán 300.000 €uros...
Preocupante para ellos, claro. ¿Llegarán a fin de mes estos sacrificados directivos, después de esta puñalada trapera ministerial?
300.000 cucas, dividido por 14 pagas, por ejemplo, suponen 21.428 €urillos /mes (unos 3,565.414 de las antiguas pesetas -al mes-). Para hacernos una idea: 714 €/dia.
Realmente una birria. Sin pluses, ni incentivos, ni trienios... ¡Vaya jugarreta que les hacen a todos estos señores!
Un poco más desahogados irán los directivos de las entidades que sólo recibieron ayudas publicas, con 600.000 €. Parece que no, pero ya tendrán un respirillo... (Multiplicar por 2 las cuentas anteriores).
Y es que no va a valer la pena ser directivo, mire usted.
Rodrigo Rato, por ejemplo, director de Bankia, cobraba actualmente cerca de 2,4 millones de euros y deberá rebajar su sobre mensual a sólo 600.000 euros. Una ruina.
Pero lo más grave de todo ello es la conclusión, a modo de moraleja, que el señor Ministro le saca a esta historia... "para que sean ejemplo para la sociedad". Alguien debería decirle al señor Ministro que la "sociedad", los hombres y mujeres que a duras penas tienen un trabajo y esperan poder mantenerlo, la gente de a pie, los jubilados con una pensión de 600 € (sin más ceros detrás) y los millones de jóvenes que la sociedad les está llevando a ser una generación perdida, para todos ellos, los banqueros no han sido nunca su ejemplo, más bien al contrario. Y que por más rebajas que se les impongan, seguirán estando a años-luz de esta sociedad.
El señor Ministro, debería tener claro que la Sociedad de la que habla, sólo funcionará el día que no haya desmadres y corrupciones por doquier. Y de forma muy particular, el día en que la estirpe política, tal cual es en la actualidad, pase a ser una profesión respetable y respetada. Y que para llenar el Parlamento no haya colas de don-nadies para enriquecerse a costa de esta Sociedad de la que usted habla. Que cueste encontrar altruistas para trabajar para esta sociedad y no para desvalijarla.
Pero seamos prácticos y no pensemos en utopías: presento mi candidatura para un puesto de directivo en una caja intervenida y no se preocupe, señor Ministro, para ser un buen ejemplo para la Sociedad, donaré la mitad de mi sueldo a una obra de beneficencia.
Preocupante para ellos, claro. ¿Llegarán a fin de mes estos sacrificados directivos, después de esta puñalada trapera ministerial?
300.000 cucas, dividido por 14 pagas, por ejemplo, suponen 21.428 €urillos /mes (unos 3,565.414 de las antiguas pesetas -al mes-). Para hacernos una idea: 714 €/dia.
Realmente una birria. Sin pluses, ni incentivos, ni trienios... ¡Vaya jugarreta que les hacen a todos estos señores!
Un poco más desahogados irán los directivos de las entidades que sólo recibieron ayudas publicas, con 600.000 €. Parece que no, pero ya tendrán un respirillo... (Multiplicar por 2 las cuentas anteriores).
Y es que no va a valer la pena ser directivo, mire usted.
Rodrigo Rato, por ejemplo, director de Bankia, cobraba actualmente cerca de 2,4 millones de euros y deberá rebajar su sobre mensual a sólo 600.000 euros. Una ruina.
Pero lo más grave de todo ello es la conclusión, a modo de moraleja, que el señor Ministro le saca a esta historia... "para que sean ejemplo para la sociedad". Alguien debería decirle al señor Ministro que la "sociedad", los hombres y mujeres que a duras penas tienen un trabajo y esperan poder mantenerlo, la gente de a pie, los jubilados con una pensión de 600 € (sin más ceros detrás) y los millones de jóvenes que la sociedad les está llevando a ser una generación perdida, para todos ellos, los banqueros no han sido nunca su ejemplo, más bien al contrario. Y que por más rebajas que se les impongan, seguirán estando a años-luz de esta sociedad.
El señor Ministro, debería tener claro que la Sociedad de la que habla, sólo funcionará el día que no haya desmadres y corrupciones por doquier. Y de forma muy particular, el día en que la estirpe política, tal cual es en la actualidad, pase a ser una profesión respetable y respetada. Y que para llenar el Parlamento no haya colas de don-nadies para enriquecerse a costa de esta Sociedad de la que usted habla. Que cueste encontrar altruistas para trabajar para esta sociedad y no para desvalijarla.
Pero seamos prácticos y no pensemos en utopías: presento mi candidatura para un puesto de directivo en una caja intervenida y no se preocupe, señor Ministro, para ser un buen ejemplo para la Sociedad, donaré la mitad de mi sueldo a una obra de beneficencia.
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